Cuadriga – La tertulia internacional
Hugo Chávez: ¿Un presidente eterno?
You are missing some Flash content that should appear here! Perhaps your browser cannot display it, or maybe it did not initialize correctly.
El presidente de Venezuela Hugo Chávez consiguió, mediante un referéndum, modificar la Carta Fundamental de su país para poder ser reelecto de forma indefinida. Si lo desea y, recibe el respaldo de los electores, podrá gobernar por el resto de su vida.
Chávez llegó al poder por la vía del voto y a poco andar modificó sustancialmente la Ley Fundamental de Venezuela, para llevar adelante un proceso democrático que condujera hacia una sociedad más justa e igualitaria en una Venezuela carcomida por el fracaso de los partidos tradicionales, que prácticamente han desaparecido del mapa político del país.
Mediante la primera modificación de la Constitución se aseguró la posibilidad de su reelección para dos períodos consecutivos, el 2002 y el 2006. Ahora, cuando lleva diez años como inquilino del Palacio de Miraflores, tiene por fin la posibilidad de gobernar hasta el fin de sus días, como Francisco Franco en España o como Kim Il-Sung en Corea del Norte.
Chávez niega que desee permanecer largo tiempo en el poder como lo hicieron algunos dictadores de América Latina y otras partes del mundo. Subraya, además, que gobierna con un amplio apoyo del pueblo, que por la vía del voto, ha ratificado una y otra vez su política, en beneficio de la mayoría.
La larga permanencia de un político en el poder no es nueva, también en Europa la reelección indefinida es posible y en Alemania el canciller Helmut Kohl gobernó largos dieciséis años. Sin embargo, solo se puede hablar de gobierno democrático cuando el ejecutivo está controlado por un parlamento libremente electo y con representación de todas las fuerzas políticas del país, al menos las más importantes y este no es el caso de Venezuela.
Además debe existir una clara independencia de los poderes del Estado, tienen que poder actuar con absoluta independencia del ejecutivo y del partido de gobierno, algo que en Venezuela existe más bien a medias. Esto lanza una sombra gigante sobre el futuro de Venezuela y muchos temen el desarrollo de una tendencia autoritaria extrema que amenace la débil democracia venezolana.
Chávez asegura que seguirá respetando las reglas del juego democrático y afirma que el pueblo, con su voto, irá marcando el camino hacia el Socialismo del Siglo XXI, un ideal de sociedad basada en generalidades que nadie sabe a ciencia cierta lo que realmente significa, sobre todo para un país dividido en poco más de un tercio que apoya al gobierno, poco menos de un tercio que apuesta por la oposición y un tercio que rechaza por igual a unos y otros.
En medio de esa realidad Chávez mantiene un férreo control que desea acentuar luchando contra la corrupción y afianzando la seguridad del país, algo que para la oposición suena a amenaza de represión institucionalizada, ya que en estos momentos, salvo las consecuencias de crisis económica y el desplome del precio del petróleo, Chávez tiene en Venezuela todo en sus manos.
Tampoco es un misterio que el líder venezolano se prepara para gobernar largos años convencido de que es el mesías que esperaba el pueblo venezolano y el líder para suceder a Fidel Castro como referente de la izquierda latinoamericana.
¿Y usted qué opina? Hugo Chávez: ¿Un presidente eterno? Escríbanos a Cuadriga@dw-world.de
Links zu diesem Artikel: