Comunas versus burocratismo
A las 5 y 30 de la tarde del lunes 5 de abril, los alrededores de la pileta del Museo de Bellas Artes estaban atiborrados de todo tipo de gente: hombres y mujeres, adolescentes y adultos, estudiantes y profesores, nacionales y extranjeros… El encuentro tenía un fin común: ver el re-estreno del documental Comuna en construcción, de Darío Azzellini y Oliver Ressler.
Algunos no encontraron sillas disponibles, situación que los organizadores de la actividad lograron resolver hasta cierto punto; la cantidad de público, al parecer, había superado toda expectativa.
CASAS PARA CATIA
La primera imagen que apareció en pantalla fue un gran “Sí” rojo en la cima de una montaña. La segunda y otras más eran planos generales de distintas calles de Catia. La historia empieza a contarse a través del Consejo Comunal Emiliano Hernández. Jacqueline Ávila, integrante de esta organización, explica sobre un proyecto de infraestructura que se está ejecutando. Ella y sus compañeros hacen un recorrido casa por casa, hasta encontrarse con la señora Miriam, quien agradece al presidente de la República, Hugo Chávez, porque “gracias a él tengo una vivienda digna”.
CIUDAD COMUNAL LLANERA
Judith, también del Consejo Comunal Emiliano Hernández, es enviada a la ciudad de Barinas, donde se reunirá con el Frente Comunal Simón Bolívar y el Frente Campesino Ezequiel Zamora. El objetivo de la visita: conocer la experiencia y los avances en la construcción de Comunas. “No se construyen comunas si algunos de los Consejos Comunales tienen problemas entre sí. Las buenas relaciones son fundamentales”, dice un vocero de la Ciudad Comunal Antonio José de Sucre, conformada por 11 comunas.
MACA SE REBELA
De regreso a Caracas, las cámaras registran las actividades de algunos Consejos Comunales de Maca, en Petare, municipio Sucre del estado Miranda. De frente y sin tapujos, la luchadora social Actris Navarro se dirige a un funcionario de Fundacomunal porque aparentemente la institución no ha realizado los trámites correspondientes para un proyecto de mejoras de vivienda. “Llegaron las lluvias y peligran los ranchos. ¿Están esperando que haya un muerto para dar respuesta? Recuerde que nosotros hemos salido a la calle para defender la revolución porque creemos en ella y es la única esperanza que tenemos los humildes”, dice. Seguidamente, ella le advierte sobre la posibilidad de convocar a los medios de comunicación para denunciar la burocracia: “La próxima vez no iremos al Ministerio, sino que haremos una rueda de prensa”. El funcionario, de apellido Luna, se defiende afirmando que el actual Estado no es revolucionario. Casi a gritos lanza también una advertencia: “Mosca con esas actitudes de querer hacer una rueda de prensa para que venga la contrarrevolución a ‘escoñetarnos’”. Navarro le contesta con la misma energía que intervino la vez primera: “No vamos a tumbar a la revolución los que estamos en las salas de batalla de los Consejos Comunales, quienes lo pueden hacer son las mismas instituciones”, sentencia.
LA LÓGICA INSTITUCIONAL
Terminada la proyección, Darío Azzellini tomó el micrófono y pidió que todos opinaran. La primera en hacerlo fue una señora que dijo ser del municipio Chacao. “Este documental me pone a reflexionar sobre lo que ha sido la revolución bolivariana; un tanto desorganizada, un poco acertada, otro poco errada. Creo que en los sectores populares siempre hay una tendencia a estar pendiente de lo eoncómico y eso no obedece a una planificación que abarque todo lo que quiere ser la comunidad”, expresa.
Azzellini comenta que “esa concentración sobre el dinero la han llevado las instituciones a los Consejos Comunales. En la lógica institucional, convencer a la comunidad de asfaltar una calle y que en ello se inviertan 200 millones (de los viejos), vale mucho más que exhortar a la comunidad a discutir sobre economía socialista dos veces a la semana, porque la cifra figurará en una estadística, la discusión no”.
En respuesta, Aura Gutiérrez, militante del Psuv, afirmó que “el interés por lo económico se debe a que durante 500 años nos han dicho que sólo eso nos ayuda. Muy bien para aquellos que lo critican, pero hay que admitir que hemos progresado. Por primera vez en la historia nos estamos reuniendo y discutiendo, esto no se podía hacer 40 años atrás”.
Carlos Orellano, del Consejo Comunal Bello Monte, recordó la necesidad de prepararse ideológica y tácticamente. “Hay que estudiar a Marx, Gramsci, Lenin… Profundicemos en las radios comunitarias, porque debemos combatir el poder mediático”.
Cerca de las nueve de la noche, el debate empezaba a declinar. Hubo quien dijo que “no se pueden tomar las actividades de los Consejos Comunales para arreglar lo inmediato, se debe trabajar en función del Proyecto Nacional Simón Bolívar. Vamos a preocuparnos por el tema de la educación y la cultura”.
Otra persona criticó el cambio de directores y técnicos que se hace cuando es nombrado un nuevo ministro: “Quitan a los funcionarios que llevan un trabajo sistemático con las comunidades y hay que empezar prácticamente desde cero”.
Muy pocos se quedaron sin opinar. El espacio no pudo estar mejor dinamizado. Azzellini dijo que el documental puede ser presentado, copiado o “pirateado” mientras no sea con fines de lucro y, por el contrario, se proyecte en cualquier rincón del mundo.
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