El cambio del paradigma de guerra y las consecuencias para América Latina en un contexto global

La privatización de la guerra: Paramilitarismo y las empresas militares privadas

Cuando surgieron las primeras Compañias Militares Privadas (CMP) hace varias décadas estaban mayoritariamente limitadas a actividades logísticas.  Actualmente ya se han creado cientos de empresas -la mayoría fundadas por ex militares provenientes de unidades especiales-, y han llegado a ofrecer una amplia y diversa gama de servicios bélicos. Como EEUU tiene unos gastos militares de aproximadamente 530 mil millones de dolares al año, el 46 % del gasto militar mundial, la mayoría de las CMPs son de EEUU. Sin embargo las hay tambien de otros países, principalmente Reino Unido, Rusia, Israel, en países en conflicto y en menor medida tambien en Francia, Italia, Rumania, Bulgaria, Alemania etc.. Pero hay diferenciar pues, las CMP de EEUU operan solo con el consenso explícito del Pentagono, están totalmente integradas al concepto político-militar de EEUU y en sus formas de proceder.

El otro extremo lo representan las CMPs rusas, las cuales generalmente disponen de amplio armamento propio, como aviones, helicópteros de combate y tanques. Ellas ofrecen sus servicios abiertamente en el mercado global y han actuado hasta ahora principalmente en el continente africano. Así se pueden presentar situaciones, como p.e. en la guerra entre Etiopía y Eritrea a finales del 90s, en la cual Etiopía tramitó un contrato de leasing, (arriendo del constructor ruso Sukhoi) de aviones de combate -incluyendo el personal mecánico y los pilotos-, los cuales en el campo de batalla se vieron enfrentados con pilotos también rusos, que habían sido contratados por la aviación militar de Eritrea.

Las CMP operan como cualquier otra empresa transnacional capitalista.  Hay pequeños imperios como la DynCorp con 30.000 empleados, algunas son cotizadas en bolsa y tienen subempresas. Una idea sobre el crecimiento de este sector la puede dar la relación entre soldados regulares y empleados de CMPs en los campos de batalla de la última década.  Por ejemplo, durante la primera guerra en contra de Irak, una de cada cien personas presentes en el campo de batalla, pertenecía a una CMP;  posteriormente en Afganistán ya era una de cada cincuenta, y en Irak al principio de la guerra era una de cada ocho.  En julio del 2007  Los Angeles Times publicó una investigación basada en datos del ejército de EEUU según la cual hay 180.000 empleados de CMP en Irak.  Las CMP´s  reclutan personal en todo el mundo.  Los sueldos de empleados de CMPs varian a según del país de origen de los mercenarios y sus capacidades.  Los Irakís ganan unos 500 US$ al mes; los latinoámericanos entre 1.000 y 7.000 US$ y los sueldos de  „especialistas militares“ en misiones de combate pueden llegar a 1.500 US$ por día.

Las actividades de las cuales se encargan las CMPs son muy diversas.  Alcanzan del manejo de campamentos paraentrenamientos militares, como lo hace la empresa estadounidense Cubic, pasando por la formación de soldados a nivel internacional, la fumigación de los supuestos cultivos de coca y amapola en Latinoamérica, el mantenimiento del armamento, hasta el manejo de la cárcel militar estadounidense en Guantánamo. En general los prestadores de servicios militares se pueden clasificar en tres grupos o campos de actividades: a) Formación y consultoría, b) servicios en el sector de tecnología y logística y c) misiones de combate.

Sin embargo hay que subrayar que muchas de las actividades no son limitadas a una sola categoría.  Esta especificidad  se debe en la mayoria de los casos, a que las CMP´s actúan bajo condiciones dudosas desde el punto de vista jurídico. Así, p.e., la participación en combates está estrictamente prohibida para las CMPs que actúan en Colombia en nombre del Pentágono o la DEA. Sin embargo muchas empresas como p.e. Air Scan prestan servicios logísticos para el ejército colombiano y las empresas petroleras Occidental Oil y Ecopetrol. Air Scan analiza y evalúa las informaciones de los sobre vuelos de espionaje y de las instalaciones radar, y pasa las informaciones para misiones militares a los pilotos de la aviación militar colombiana. Estos últimos utilizando las informaciones de Air Scan, llevan a cabo los bombardeos.

Formalmente se trata de un servicio en el campo de la tecnología. ¿No representa ésto una participación en combates?  Con respecto a la formación y consultoría, se trata de una transferencia de conocimiento de una organización privada  al Estado. Sobre todo, en situaciones en las cuales ejércitos no pueden actuar abiertamente o una presencia militar directa porque no es bien vista. Ese fue el caso de MPRI en Croacia, que le dieron consulta a las tropas croatas para su ofensiva militar que desplazó a 200.000 serbios de la Krajna y luego se encargaron de la formación del ejercito croata.

Los servicios en el sector de tecnología y logística son muy diversos y van desde la preparación de comida para los soldados hasta el manejo de sistemas de armas sofisticadas.  En el sector de alta tecnología el empleo de personal calificado de empresas privadas es de gran importancia. Cada vez más productores de armamento suministran también los expertos para el manejo y la manutención del mismo.  Así,  sistemas complicados de armas pueden ser usados inmediatamente sin que haya la necesidad de tener que formar  a los soldados. Durante la invasión a Irak en marzo del 2003, muchos de los sistemas de armamento altamente desarrollados de los buques de guerra en el Golfo, fueron manejados por especialistas de cuatro CMPs diferentes; así como también los sistemas de armas de vehículos aéreos no tripulados Predator, Global Hawks y los aviones de bombardeo B-2 Stealth. Empresas como Lockheed Martin y Northrop Grumman-junto a sus sistemas de armamento sofisticado- suministran también el personal necesario para el manejo, mecánicos y técnicos. De Latinoamérica p.e. se sabe que todas las estaciones radar manejadas por EEUU en el continente, en realidad están en manos de CMPs.

En Irak, en comparación a anteriores conflictos y guerras, ha aumentado en gran medida el empleo de CMPs en situaciones de combate.  La supuesta no-participación de CMPs es cada vez más confusa.  Por ejemplo, en el caso donde CMPs son formalmente contratadas para "tareas de seguridad" , que van desde  brindar protección militar a blancos militares,  hasta enviar soldados en situaciones de guerra frente a ataques enemigos.

En la guerra contra Irak, las misiones de combate eran más bien la excepción.  La participación existía, pero en general fue encubierta tras tareas en los sectores de logística o consultoría o de misiones de combate, bajo el ofrecimiento de servicios de seguridad a empresas de recursos naturales (véase el caso de Colombia, Congo, Angola y otros). Sin embargo, en Irak las CMPs asumen cada vez más misiones de combate. Al mismo tiempo muchas cárceles militares son manejadas por empresas privadas. Incluso especialistas de interrogatorios y traductores son empleados a través de CMPs. Si alguien se sorprende porque en los casos de tortura en la cárcel de Abu Ghraib en Irak, se acusaron sólo a diez soldados estadounidenses, la explicación es fácil: gran parte de los interrogatorios y hasta de la seguridad interna de la cárcel, estaba en manos de las compañías militares privadas Caci y Titan. En contra de ellas el gobierno de EEUU no actúa jurídicamente,  como tampoco en contra el grupo de guardaespaldas la empresa Blackwater que en octubre de 2007 abrió el fuego y mató a 17 civiles durante el acompañamiento de un convoy en Bagdad sin amenaza o ataque previo alguno.

Según una investigación del congreso de EEUU, los 1.100 empleados de Blackwater en Irak han sido implicados en 195 enfrentamientos armados. De estos, 163 de los casos dispararon primero supuestamente en  labor defensiva.  Para entender quienes son los empleados de Blackwater: sólo durante el año 2006, Blackwater despidió en Irak a 122 empleados por abuso de armas, abuso de alcohol, drogas ilegales o por comportamiento violento.

Las ventajas de las CMPs
Una ventaja económica a través de la externalización de tareas militares -como en muchas ocasiones se afirma- no ha podido ser comprobada.  Los casos conocidos demuestran lo contrario. La formación, la parte más costosa, sigue a cargo de los ejércitos nacionales.  P.e., la formación de un Green Berret estadounidense tarda 18 meses y cuesta 257.000 dólares. Sí después éste se cambia a una CMP, le cuesta mínimo el triple del sueldo anterior a los que lo contratan.

El "outsourcing" sirve más bien para  mantener varias guerras/enfrentamientos mayores al mismo tiempo, como lo exige la nueva doctrina militar estadounidense y para quitar intervenciones militares del control público y del parlamentario. Los gobiernos y sus ejércitos tienen que rendir cuentas a los parlamentos,  las empresas privadas, no. Estas sólo tienen que rendir cuentas a sus empleadores, lo que  permite hacer "misiones encubiertas", como sólo contratos con un volumen de más de 50 millones de dólares tienen que ser sometidos a aprobación en el Senado de EEUU. Además el Pentágono a través de las CMPs tiene también un control y acceso directo a los campos de batalla.

Las CMPs también ayudan a mantener ocultas las cifras verdaderas de caídos. En total, se estima que los empleados de CMPs que han muerto en Irak, podrían ser hasta más que los 3.500 soldados estadounidenses caídos. Determinar una cifra exacta es extremadamente difícil. Ni los enfrentamientos llevados a cabo por las CMPs, ni sus empleados que mueren figuran en las estadísticas de las fuerzas militares estadounidenses. Por ejemplo el 4 de Abril de 2004, las milicias atacaron el cuartel general de Estados Unidos en Nayaf.  El combate de defensa, en el cual se usaron ametralladoras y granadas de cuarenta milímetros, duró cuatro horas. Sin embargo en los reportes militares de los Estados Unidos, no hubo referencia alguna a los hechos, porqué no hubo participación de militares.  Fueron los empleados de Blackwater quienes enfrentaron a las milicias.

Las CMPs también sirven para evadir leyes y acuerdos internacionales (como el caso de MPRI durante la guerra en Yugoslavia, que evadiendo el embargo internacional de armas vigente, fue la encargada de entrenar y suplir con armas a las tropas Croatas-muslimes en Bosnía).  Al mismo tiempo con las actividades de las CMPs se difunden también standards y normas de EEUU, lo que simplifica cooperaciones y alianzas militares.  En los años 90´s,   las  CMPs estadounidenses entrenaron a ejércitos en más de 40 países a través de acuerdos de cooperación con el Pentágono.

Otra "ventaja" respecto al uso de CMPs es el de facto:  "espacio de imunidad" en el cuál éstas actúan.  Como sus empleados no son militares no pueden ser sometidos a la justicia militar.

Como civiles tendrían que ser sometidos al derecho civil local. Sin embargo las CMPs suelen fijar en sus contratos una cláusula que define que sus empleados no puden ser juzgados por la justicia civil del país en el cual operan.   P. e. en el caso de la CMP estadounidense Air Scan que en 1998, en el marco del control del territorio desde el aire de un oleoducto importante de Colombia, fue responsable del bombardeo a una pueblación causando la muerte a 18 personas.  Otro caso es el de los empleados de Aviation Development, una subempresa de la Northrop Grumman, que maneja los radares estadounidenses en Perú.  En el 2001 se permitió que  la aviación militar peruana,  abatiera una avioneta en zona fronteriza, matando a una misionaria estadounidense y su hija de pocos meses. Los empleados de las dos CMPs nunca llegaron a tener juicio.

CMPs y Latinoámerica
Durante los últimos 4 años muchas CMPs, que antes reclutaban mayoritariamente personal de EEUU, Gran Bretaña, las Islas Fiji y Filipinas empezaron a reclutar personal en America Latina. La estadounidense Halliburton (de la cual el actual vicepresidente de EEUU Dick Cheney es ex miembro de la junta directiva) busca a través de su filial Halliburton Latinoamérica en Colombia, empleados colombianos para "servicios de seguridad" en Irak.  Estos deben resguardar oleoductos y gaseoductos, además de trabajar como guardaespaldas para empresas privadas en Bagdad, Mosul, Faluja, y Basora.  Los combatientes colombianos -experimentados en guerra y bajo entrenamiento estadounidense- son altamente valorados.

Triple Canopy de Illinois (EEUU), cambió sus actividades de reclutamiento de Filipinas a El Salvador.  La historia militar de este país centroamericano fue una de las razones de peso para ello, como admite el vocero de la compañia Joe Mayo. Triple Canopy (especializada en guardaespaldas de empleados civiles de Instituciones estadounidenses en Irak), estaba en búsqueda de militares con formación de fuerzas especiales. En El Salvador, donde las élites y el ejército, -apoyados e entrenados por EEUU- entre 1981 y 1993 llevaron a cabo una guerra en contra del pueblo, la tarea es de fácil cumplimiento. Casualmente fue también un ex-militar estadunidense y ex-entrenador de las tropas especiales del ejército salvadoreño, quienes organizaron el reclutamiento.
Un co-propietario de una empresa de seguridad en El Salvador relata que los primeros 100 hombres reclutados salieron a Irak el 17 de septiembre de 2005. Al mes, cada hombres recibiría 1.700 dólares -cantidad que les ofrece Triple Canopy- suma importante en un país como El Salvador,  donde un guardaespaldas gana tan sólo 350 dólares al mes, sí es que logra encontrar trabajo.

En Peru la 3D Global Solutions a traves de su subempresa Limeña Gesegur SAC (Gestión de Seguridad Sociedad Anónima Cerrada) contrató a por lo menos 200 ex militares y policías, los cuales trabajan en Irak brindándole seguridad a la empresas y a los funcionarios.  La misma 3D Global Solutions tambien recluta a ex militares hondureños, de los cuales por lo menos 53 ya están en Irak.  Blackwater contrató por lo menos 122 ex-miembros del ejército chileno quienes fueron expulsados de éste por sus implicaciones en crímenes en contra de los Derechos Humanos. Fueron empleados a través de la empresa uruguaya Neskowin, dirigida por José Miguel Pizarro, ex-oficial del ejército de Pinochet, que tambien empezó a reclutar ex-militares argentinos y uruguayos.  De Brasil más de 500 militares, ex-militares y pilotos fueron contratados como mercenarios para vigilar instalaciones militares norteamericanas en Irak de parte de empresas llamadas TESS e Inveco International Corporation, que reclutaron para otras CMP.

Colombia y Venezuela
Colombia constituye desde hace más de 20 años un laboratorio para la conducción privatizada de la guerra.   Política, ejército, policía, narcotráfico, ganaderos, paramilitares, ejército de EEUU, la agencia antidrogas norteamericana DEA, compañías transnacionales y CMPs cooperan en constelaciones cambiantes para imponer sus intereses comunes en contra de las organizaciones campesinas, sindicatos, movimientos sociales y los movimientos insurgentes armados.

En Colombia están operando unas 20 CMPs con cerca de 2.000 empleados.  La CMP con más personal en la guerra colombiana es la DynCorp, que también trabaja en Irak. Entre sus actividades realiza el servicio de fumigación de cultivos de coca y amapola en Colombia.  Trabajaba en Venezuela como parte del programa antinarcóticos, vigila militarmente la frontera EEUU/México, participa en el desarrollo del escudo espacial del ejército de Estados Unidos, realiza la manutención de aviones y búques de guerra de EEUU, maneja las zonas de experimentación de bombas atómicas en EEUU, tiene actividades en Israel/Palestina.

Para las fumigaciones en Colombia DynCorp dispone de 88 helicópteros y avionetas del Pentagono. La misma DynCorp oculta la cifra de sus empleados en el país. Otras fuentes mencionan numeros entre 100 y 355, de los cuales menos que un tercio serían ciudadanos de EEUU.  Los ingresos de la DynCorp aumentaron de 6,6 millones de dólares en 1996 a 30-40 millones anuales desde 1999. DynCorp emplaza pilotos y mecánicos, lleva a cabo entrenamiento de pilotos, vuelos de inspección y transporte de tropas para la destrucción de áreas de cultivo y laboratorios de droga. Miembros de la DynCorp se hallan en los aviones de inspección, vuelan las aeronaves de fumigación y acompañan las operaciones mixtas con la Policía colombiana con grupos especiales en helicópteros. Estos Grupos de Búsqueda y Rescate (Search and Rescue Teams, SAR) están compuestos a menudo por ex soldados de elite del ejército de EEUU y se les encomienda la evacuación de personal militar en situaciones de peligro, oficialmente sólo en la „guerra antidroga“. No obstante, un veterano de la DynCorp informó que son empleados de igual forma en misiones de combate contra la guerrilla.

En las fumigaciones los límites con las operaciones militares son mas bien fluidos.  Para protección, se dispara en la zona con ametralladoras desde el helicóptero en avanzadas que, acto seguido, acompañan a las misiones con piezas armadas de artillería, ya que la guerrilla busca proteger a los pequeños agricultores de coca de las fumigaciones, pues éstas son parte de la guerra.  Las fumigaciones destruyen todo tipo de cultivos y causan daños severos y enfermedades, llegando hasta la muerte de campesinos y su ganado.

Como demuestra el escandalo de la „parapolítica“ en Colombia, el gobierno y las elites colombianas tienen nexos estrechos con el paramilitarismo. Y tambien muchas empresas transnacionales en Colombia trabajan con paramilitares: Coca-Cola, Corona Goldfields, Drummond Coal, Nestlé y la Chiquita (que ha sido condemnada recien en EEUU por apoyar a paramilitares con dinero y carros y hasta transportando armas). Texaco estubo fuertemente implicada en la organización de los primeros grupos paramilitares en la zona de Puerto Boyacá a partir de 1983. Las empresas bananeras multinacionales en la región de Urabá lograron acabar con todo el trabajo sindical en las plantaciones,  asesinando a más de 400 sindicalistas por medio de paramilitares entre finales de los ochenta hasta mediados de los noventa.  El supuesto proceso de desmovilización de los paramilitares a partir de 2004 fué una farsa.  A su inicio había unos 13.500 paramilitares. A lo largo de los años se desmovilizaron 31.500 y ahora todavía quedan unos 8.000.

Se puede observar tambien una presencia fuerte y seguramente no casual del paramilitarismo colombiano en Venezuela, especialmente en las regiones fronterizas con Colombia. En el Táchira, Apure, Barinas y el Zulia el paramilitarismo colombiano y el narcotrafico (que muchas veces coinciden) tienen grandes intereses económicos y cuentan con la colaboración de alcaldes de oposición como „bolivarianos“, que cobran vacunas a los comerciantes, controlan el contrabando de gasolina hacia Colombia y cuentan en algunos casos con la colaboración de elementos de las Fuerzas Armadas Bolivarianas y de la Guardia Nacional.  Son apoyados por los ganaderos y ejercen intimidaciones; cumplen asesinatos selectivos de campesinos y cuadros revolucionarios.  En Caracas empezaron hace por lo menos dos años a intentar  penetrar los barrios. Primero se encontraron en muchos puntos de venta DVDs quemados, el video propagandistico de las AUC (Autodefensas Campsinas de Colombia) de la „toma de Medellín“ que muestra cómo,  con los métodos más brutales, asesinando miles de activistas políticos o los que los paramilitares llaman desechables, obtuvieron el  control de la ciudad y buena parte de sus negocios (especialmente ilegales).  Hay que notar que entre las varias actividades financieras del paramilitarismo colombiano tambien se encuentra gran parte del negocio de la „piratería“ de DVDs en Caracas.   Luego empezaron a regalar cocaina a grupos de pequeños criminales en los barrios para establecer buenos contactos.

Tampoco hay que olvidar la „guerra tecnológica“ que llevan acabo algunas CMPs.  Venezuela tiene su experiencia con la empresa INTESA, empresa mixta de PDVSA y la estadounidense SAIC, responsable anteriormente del software operativo de PDVSA y responsable de buena parte del sabotaje a la operatividad de PDVSA en el paro petrolero del 2002/2003.

La SAIC es una CMP, trabaja para el Pentágono, intenta estar en posiciones claves del control o manejo de recursos naturales alrededor del mundo (así que no sorprende que es la SAIC la que está encargada de organizar la operatividad informatica del sector petrolero Irakuí) y tiene una junta directiva compuesta por ex altos mandos de servicios secretos y componentes del ejercito estadounidense.  Halliburton, que tiene estrechos vinculos con el Pentagono, sigue operando en Venezuela desde hace 60 años y dobló sus ventas de servicios en Venezuela.

Conclusiones
Además de las consecuencias descritas arriba,  se está observando un cambio en la conducción de la guerra y de las estrategias de dominio y explotación.  Se presenta un paralelo histórico de la estrategia militar llevada a cabo en Irak (parecida a la de Colombia, como también al planificado envió de tropas de la Unión Europea al Congo) con la realizada para sustentar la economía de enclave de la época colonial.  En esta época fueron controlados militarmente sólo puntos de interés económico y  solían sacar los recursos naturales de forma directa.  La construcción de una infraestructura regional no se llevó a efecto. La población fue disciplinada con “expediciones punitivas militares”. Hoy en día, después del fin de la confrontación de bloques, se dejó de lado la intención de instalar en las regiones de conflicto o los países ocupados, un nuevo orden estable y duradero.  Lo que sucede más allá de los enclaves controladas militarmente, ya no importa, hasta que la explotación y la exportación de recursos naturales o cierta producción específica no esté en peligro.

Sin embargo el hecho más preocupante tal vez,  es que bajo el mando de CMPs de EEUU,  se están sumando y preparando  miles y miles de ex-militares y ex-policías de muchisimos países latinoamericanos, en su mayoría implicados en casos de crimenes de lesa humanidad (en contra de los derechos humanos). Todos ellos están en la base de datos de CMPs que trabajan estrechamente con el Pentagono. Así que hay potencialmente un „pequeño“ ejército contrarevolucionario stand by que ya aprendió a operar con standards y bajo el mando del ejército de EEUU.   En su gran mayoría se trata de personal ligado a la derecha que regresa a sus países de origen,  despues de haber trabajado en Irak, sosteniendo contactos con CMPs, con el ejército de EEUU, con los servicios secretos y con otros mercenarios de todo el mundo.
Facilmente se podrían convertir,  en la base de una futura contra, en los países que EEUU quiera deestabilizar.